sábado, 27 de noviembre de 2010

(38) En pelotas por el ciberespacio (26/11/10)

Emilio del Val Puerto, Javier Celaya


Con una mano en el “enter” y la otra en el “escape”

“A cada cerdo le llega su San Martín”. Que nadie entienda en este refrán una crítica porcina al sufrido director y, por cierto, cada vez más suelto de melena, del Proyecto ADN. Tampoco se vea en él un intento de canonizar la bondad y buen hacer de nuestro rapsoda preferido (capaz, por otra parte, de dar vida inteligente hasta a los versos más computados, como los de Andrés García Madrid). Es, simplemente, una manera de calificar las sensaciones que, a buen seguro, atraviesa un crítico contumaz apartado de su instrumento básico e introducido cual pez con garganta profunda y castigada en una pecera para observar con derecho a mueca. Y es que hoy, el maestro Alfaya, prefirió (con gran sentido de la responsabilidad y buena dosis de pundonor) no forzar sus sogas vocales para evitarnos un timbre más propio de la Belén Esteban. Es de agradecer.Equipo del programa con Emilio del val

Pero, como decíamos ayer, resulta difícil (por no decir totalmente ficticio) conjugar la participación y la crítica. Y de eso deben de saber mucho los imputados/tertulianos de la trama Gurtel, cuyas intervenciones libres de protección y de datos, nos han ofrecido hoy los medios.

Este viernes, que he tenido de nuevo la oportunidad de presenciar en directo el programa e incluso toser alguna pregunta a los invitados, he vuelto a constatar que lo mío no es mirar y preguntar, sino admirar y, superando la desvergüenza, hasta responder.

Como veis, hoy no quiero extenderme en resumir un programa que puede ser degustado íntegramente a través de las redes sociales y aprovecharme gratuitamente, como bien apuntó Javier Celaya, del esfuerzo de otros. Lo que se cuelga en internet es lo que tiene y, a buen seguro, lo que se deja de tener. Emilio del Val

Eso sí, antes de preocuparnos porque cualquier pervertido se apodere de nuestros apellidos para cascársela o de que las fotos de nuestras orejas peludas adornen la sala de espera de cualquier otorrino sin escrúpulos, os recomiendo encarecidamente que no os perdáis (aunque sea en diferido pero con la autorización debida), las opiniones más necesarias y fundadas sobre el tema. Es posible que este Hotel California -you may enter, but you may never leave- adaptado a los tiempos que corren os ponga los pelos de punta (lo que, a buen seguro, no le sucederá a nuestro invitado en el programa, Emilio del Val) y las yemas de los dedos dispuestas para la prevención.

Y como siempre, el consejo didáctico de Proyecto ADN: súbelo, póntelo, pónselo, pero mira bien con quién compartes.

Tomás Montero



BIBLIOGRAFÍA Y DISCOGRAFÍA DEL PROGRAMA

Música del programaMúsica:

“No te metas en mi facebook”, Esteman

“The lost art of keeping a secret”, Queens of the Stone Age

“Hotel California”, Eagles

“Little angel of passion”, Game Cover

“Libertad en el 33”, Game Cover

Textos del programaTextos:

“La computadora y el ordenador” de Andrés García Madrid

 

viernes, 19 de noviembre de 2010

(37) La ciudad y la ciudadanía (19/11/10)

Eduardo Mangada, Jordi Borja, Pedro Mañas


De la ciudad y sus trajes

Mariano quiso titular este programa “La ciudad y la ciudadanía” y gracias a que aún conserva la amistad de antiguos jefes (se nota que no es empleado de la Telefónica) nos pudo servir esta frase tan apropiada “las ciudades son libros que se leen con los pies”. Cabe añadir que el trabajo de los amigos cantautores se recuerda con la cabeza (también la de otras amistades, por supuesto) y ello nos sirve para enviarle un guiño cómplice a Quintín Cabrera.

Hablar de la ciudad y el deseo es como hablar de todo y no hablar de nada, de ahí que lo espeso y virtual se quedó en el magnetofón y pudimos disfrutar del discurso pueblerino y precursor de la trama Gürtel (buena meditación del maestro Alfaya) con el que nos quiso abrir los ojos el bueno de Berlanga, que se nos fue sin saber si el que iría a la cárcel sería el corrupto o el juez.

Wim Wenders se preguntaba que dirían si los edificios pudieran hablar. Evidentemente vocalizan poco, pero para eso está Martín Carril, para hablar por ellos y por Doble W (que, desde luego, no es el whisky que le sirvió SS.MM. a Eduardo Mangada como aperitivo).Eduardo Mangada y Martín Carril

De Jordi Borja basta conocer su trayectoria para asegurarnos una conversación-master de esas que, acreditando el aprovechamiento en la escucha (siempre y cuando el abejorro que habita el auricular lo permita), es posible adjuntar al currículo de cualquier candidato a concejal de urbanismo.

Mangada está ya de vuelta de todo eso y, aunque no le guste su obsesión con horadar el subsuelo, le da un aprobado a Gallardón en educación, cultura y saber estar, lo que instintivamente es aprovechado por el equipo de ADN para meter el dedo en la llaga o, lo que viene a ser igual, en el ojo de la esperanza.

Nos dice Eduardo que la ciudad del futuro será la misma que la del presente, sólo que mejor o peor. Que se debe agrupar el cemento (hasta la urbanización final) y respetar el entorno verde que a duras penas subsiste en sus alrededores. Es lo que resultaría obvio, coPedro Mañas (2)mo las buenas comunicaciones, la buena convivencia, la buena multiculturalidad, la buena calidad, la buena identidad, pero son conceptos que se olvidan por los mercaderes, por quienes tienen cogido el suelo por el mango, y ello a pesar de que el Mangada más lorquiano dijese un día que poner un ladrillo al lado de otro no deberían ser dos ladrillos, sino la conjugación de otra emoción.

Menos mal que Emilia, entre tanto arquitecto peligroso (sus crímenes perduran eternamente) nos abre una callejón a la poesía con Pedro Mañas, cuyo increíble mérito, además de edificar poemas redondos, es que los sabe recitar. Un placer escuchar sus versos de “La ciudad laberinto”.

Nos queda, al contrario que la duda, como en cada final de Proyecto ADN, algo más por lo que preocuparnos. Y es que se vende todo lo que es de todos y, la ciudad, también, como nos recuerda el maestro Alfaya con sus Grandes Superficies: el comercio sustituye al ágora para, en vez de ideas, compartir mostradores.

Tomás Montero



BIBLIOGRAFÍA Y DISCOGRAFÍA DEL PROGRAMA

Música del programaMúsica:

“Time”, kroke

Bienvenido Mr. Marshall”, Luis García Berlanga

"Tango del Diablo", Acho Estol

“Ciudadano”, Joan Manuel Serrat

“Si tú me dices ven”, Los Panchos

“Diguem no”, Raimon

“A las grandes superficies”, José María Alfaya

“Me llaman mala persona”, Académica Palanca

Textos del programaTextos:

“Si los edificios pudieran hablar”, Wim Wenders

“El hombre sin nombre” y “se vende todo”, Pedro Mañas (Ciudad laberinto)


viernes, 5 de noviembre de 2010

(36) El silencio del tejido social (05/11/10)

ArizaJohnWayne


Si usted lo dice, ¡a callar! Señorito

Mariano Crespo y su tropa nos han regalado hoy un programa-trampa. Y es que, por la boca puede morir el pez (incluso alcaldes y escritores de rancio abolengo) o al menos, de librarse, lucir un piercing que recuerde su apertura en falso, pero resulta difícil promulgar la quietud del hocico parlante como designio de nuestros días y salir airoso del lance.

Y es que, desde el primer minuto del ADN de hoy, ha quedado claro que se habla y, además, el atractivo lo ponen siempre quienes rompen el silencio para mejorarlo, claro.

En una sociedad donde la dejadez en la participación y en la respuesta está dando paso al servilismo y, por tanto, al auge de lo antisocial, es un bálsamo saber que nuestro John Wayne de los valores más rebeldes y justicieros sigue cabalgando (no en balde, ha llegado a caballero de la Legión de Honor) desde que, en la Perkins, se montara junto a Marcelino en la maquina de un tren llamado Comisiones Obreras, cuando sólo (me he enterado por la Academia que ya va sin acento pero no estoy de acuerdo porque quiero que se entienda también sin contexto) había dos direcciones posibles: adelante o atrás.

La sobreprotección anula la rebeldía de la juventud que, saturada además con una información sesgada, deja en manos de losMarcelino Camacho poderosos y sus medios la orientación de las organizaciones sociales. Y así nos va, Don Julián (o Don Marcelino, que tanto da).

Resulta terrible pensar que, en esta orgía de Tintorro Party, como añade Mariano Crespo (a quien cabe agradecer, junto al Maestro Alfaya, sus lúcidos chascarrillos de hombres de mundo con los que nos han deleitado hoy), la descendencia acabe viviendo peor que sus ancestros y, lo que es peor, sufriéndolo como las hemorroides, en silencio.

Es como nos cuenta Martín Carril, de los entresijos no divulgados del cuento de Blancanieves, y que gracias a Belén Gopegui, con el fondo adecuado de la música de Emilia Rabbit Davis, nos vemos en la obligación de meditar porqué ésta (quiero acentuarlo), la amiga de las siete personas de talla disminuida, no conserva el apellido del padre en primer lugar.

Ha resultadoJulián Ariza,  Emilio López Galiacho, José Luis Prieto, Paloma Pesquera refrescante también escuchar los gritos del silencio (o de la “puta calle”) de las experiencias de Paloma Pesquera para hacer hablar al “Tetuán de las Derrotas” y que este barrio, lejos de sentirse huérfano por la crisis religioso-comunista, se vertebre de chilabas, permanentes y malocotones en una integración de futuro.

José Luis Prieto, partícipe de una red de blogeros opinadores, nos da la clave de su espacio de reflexión: el que todos puedan escribir, opinar y ser interpretados, democratiza la opinión pública. Es el progreso con Ideas.es

De la Frontera-D, Emilio López Galiacho defiende el espacio necesario para expresarse con plenitud frente a la simple consigna y, además, aprender a filtrar el exceso de titulares que nos acaban resbalando sin solventar ninguna duda. Como el arte, que puede servir para despertarnos pero no para resolver nuestros problemas.

En fin, como dije al principio y casi de acuerdo con León Felipe, no es que nuestro tejido social esté callado ante la que está cayendo sino que, quizá, esté sumergido en el más profundo de los pozos.

Tomás Montero



BIBLIOGRAFÍA Y DISCOGRAFÍA DEL PROGRAMA

Música del programaMúsica:

“Ítaca”, Lluís Llach

“Esta boca es mía”, Joaquín Sabina

“In a silent way”, Miles Davis

“Silence”, PJ Harvey

“Silencio”, Ojos de Brujo

“Silence Raval”, Che Sudaka

“Lucidez” (Miquel-Lluís Muntané), José María Alfaya

Textos del programaTextos:

“El padre de Blancanieves”, Belén Gopegui